martes, 9 de marzo de 2010

QUIERO CONTARTE UN CUENTO...

Hola tio, hola tio Rafa, hola tio Rafael...

Queremos compartir contigo un cuento que a tus sobrinillos - segundos les gusta mucho y les sirve para recordaros...

Desde pequeñitos, y para explicarles la ausencia física del abuelito Domingo, les hemos contado que esta en el cielo y es una de las muchas estrellas que iluminan la oscura noche. También les hemos explicado que desde allí nos ve siempre y le gusta que nos acordemos de él. Que mientras nos espera y para no aburrirse ayuda a los angelitos a tirar cubos de agua desde el cielo. Desde entonces cada dia que llueve, alguno de los tres pequeños nos recuerda que ya esta "haciendo travesuras" el abuelito tirando cubos de agua.

En casa de tia Carmen, los niños también ven vacío tu sillón, ahora que habías conseguido que no te tuvieran tanto respeto para regalarte un beso. Ya saben que eres una estrella, que estas haciendo compañía a los angelitos, al abuelito y gran amigo tuyo. Ellos mismos, los niños, te integraron en el cuento. Desde entonces, cada dia de lluvia es una buena excusa para recordarte ya que nos dicen: ya estan tirando cubos de agua "el abuelito Domingo y el tio Rafael".

Nosotros dos nos miramos y nos sonreímos por oir como os nombran, con tanta naturalidad...

Recuerdo aquellas mañanas que acudia a casa para verte y charlar contigo sabiendo que rompería tu rutina semanal. Siempre bromeabas con mis horarios atípicos, mi trabajo... a pesar de tus noches sin dormir ( pegado a tu radio ) ofrecías tu mejor cara... y a solas nos pasaban esos ratitos...

Compartías tu enfermedad con resignación a veces, otras veces con rabietas ( algunas no sin razón... por tu larga enfermedad ). Rogabas a tu Dios con serenidad y también le pedías explicaciones por haberte abandonado. Bien lo sabe José María, la Iglesia y toda Roma...

Las fiestas de tu querida Morata de Jalón del 2007 fueron entrañables. Fue mi primera visita a tu feudo, a tu cuna, a tu gente, a tu casa... Fueron unos dias de intensas sensaciones y emociones compartidas con una GRAN familia. Ahora y con la perspectiva que nos da el tiempo todo adquiere su justa dimensión. Es una huella en el corazón de difícil explicación, y no me refiero a las napolitanas...

Por último, tu forma de presentarte y despedirte era peculiar, eras todo un personaje con un enorme corazón. Muy a menudo acudes a mi memoria con esa sonrisa de " niño travieso " diciéndome:

" Aquí Rafa, Rafael de Tierra, UN AMIGO... "

En cuanto a un servidor, tio Rafa te hechamos de menos pero no tengo ninguna prisa por vivir el traspaso, así que lo de reunirme con vosotros puede esperar, si Dios así lo quiere...

Así que tomaros juntos una caña "en una jarra helada" a mi salud y no dejeis de tirar cubos de agua...

Un fuerte abrazo, tio Rafa. Pedro J.